REPLICA

Le tuve mucho respeto
al señor René Valencia


C Director.
Por este medio, y en relación a la nota publicada el día de ayer en su diario en la cual hacen alusión a mi persona, quiero aclarar a usted lo siguiente:
Que el Sr. René Valencia, a quien tuve el honor de conocer y quien me distinguió con su saludo y amistad desde hace más de 25 años, fue una persona a la que siempre le tuve respeto, cariño y admiración. Y a la cual, siempre agradeceré los muy apreciados consejos que en su momento me hizo el favor de darme y los cuales hoy más que nunca atesoro en la memoria.
Hombre siempre responsable y comprometido como fue el Sr. René Valencia, laboró en la institución que orgullosamente dirijo, por poco más de un mes (no dos años como señalan en notas). Desempeñándose en labores de apoyo referente a las Relaciones Públicas del Museo, acompañándome siempre a los eventos que su servidor acudía, desempeñando sus funciones de Jefe de Departamento, lugar desde donde se distinguió como uno de los mejores colaboradores de la institución, debido a sus 74 años de experiencia acumulada siempre tuvo atinadas decisiones para el desempeño de sus actividades.
Niego categóricamente y acuso como falsa la situación expuesta en los diferentes periódicos acerca de una discusión entre mi persona y el Señor Valencia. ¡Nunca tuve motivo para discutir con él y sí, muchos para escucharlo!, ¡nunca tuve puntos de diferencia y sí, muchos de encuentro y consenso con su persona!, ¡nunca fue motivo de conflicto su trabajo sino siempre fue pretexto para ponerle de ejemplo, constancia y voluntad!
Igualmente y contrario a lo señalado en su publicación, informó (con base en los testimonios del mismo personal de La Avispa, ya que en el momento del lamentable deceso del Sr. Valencia yo no me encontraba en las instalaciones) que el señor Valencia comentó que tenía mucho tiempo que no tomaba un café y una coca-cola, ya que padecía de diabetes (y según el parte médico, había sufrido 2 infartos anteriormente), comentan que durante la mañana él tomó esos dos líquidos y desayunó en la cafetería del lugar unos tacos de chorizo, lo que le provocó un convulsión, cayendo de espaldas y pegándose en la cabeza, provocando una broncoaspiración y a su vez un paro cardiaco instantáneo.
El día en cuestión, su servidor, se encontraba en el H. Ayuntamiento de esta ciudad, ya que presentamos una Exhibición Fotográfica en Tercera Dimensión y estaba al pendiente de ella y en toda la mañana no estuve en el Museo La Avispa, lo cual pudieron constatar algunos periodistas que se encontraban en el mismo lugar.
Asimismo, comento que tan pronto se desmayó, se le proporcionaron los primeros auxilios y de inmediato se llamó a la Cruz Roja, quien al llegar sólo pudo constatar que había muerto de manera instantánea y por las razones ya antes expuestas.
Lamento profundamente el deceso de tan distinguido señor, querido por muchos Chilpancinguenses. Agradezco mucho su publicación y el espacio que me brindan para aclarar este hecho.
Atentamente.
Erik Humberto Armenta Adame
Director general del museo interactivo «la avispa»

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