Crónica anacrónica


Nacho Bernal.- Polvo de aquellos lodos, lodos de aquellos polvos, denigrante el acto donde la presea «Sentimientos de la Nación» fue entregada a don Pablo Sandoval Cruz, tuvieron que pasar muchas décadas para presenciar un acto que más vale nunca se hubiera realizado.
La humillación al ser humano potenciada a su máxima expresión, no se vale, toda una vida muy longeva por cierto, para que finalmente se le hiciera un reconocimiento, que más bien fue una burla, dentro del recinto de la catedral de Santa María de la Asunción ufanos unos cuantos con olor a lavanda y finos trajes.
Afuera como siempre los de siempre, la dignidad no importa, si al fin y al cabo, ¿cuánto puede valer una medalla?, Don Pablo como pudo usted aceptar tanta lisonja? el mundo de oropel al que asistió esa noche del 13 de septiembre del 2011,no se compara con el papel destrasa en el que por muchos años ha sido el abrigo de los que en usted han creído.

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