COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesús Pintor Alegre

Bienaventurados los desprendidos, «porque de ellos será el reino de los cielos». Una expresión que encaja para nuestra heroica y sacrificada Comisión Federal de Electricidad, que ayer, en conferencia de prensa, abrió el corazón, por medio de su jefe del departamento de Comunicación Social de la división Centro Sur, Raúl Gómez Cárdenas.

En lo que era el anuncio de que este lunes el gobernador de este estado de las maravillas, Ángel Aguirre Rivero, inaugurará la cuarta semana del ahorro de energía, y en la que van a cambiar algo así como 520 mil lámparas fluorescentes por incandescentes, el funcionario de la CFE, despejó la sospecha sobre cobro del alumbrado público.

Ya antes se había afirmado que la humanitaria Comisión Federal de Electricidad cobraba al doble el alumbrado público, es decir, esas lámparas y energía eléctrica dispuesta en los lugares comunes, en parques públicos, avenidas, calles, y hasta las casas de los trabajadores de la CFE, y podríamos decir que de los alcaldes y demás vivos, la paga el ayuntamiento y la ciudadanía, así, al doble.

Pues bueno, ayer, el funcionario de esa empresa rapaz, explicó sin utilizar la expresión de doble pago, que se le cobra a la gente y se refleja en sus recibos que llegan puntuales así como los cortes si no se cubren en el tiempo marcado por ellos, sin importar los altos costos, para que los ayuntamientos no se vean apurados en juntar lo que pudiera hacerles falta en su consumo.

Es decir, si el pueblo al cabo del bimestre, se le cobró por concepto de alumbrado público algo así como 1 millón de pesos, pero el consumo final fue de 1 millón 500 mil, el ayuntamiento ya sólo paga 500 mil pesos, es decir, hasta le hacen el favor al municipio para que no pague tanto, imagínense el sentido humanitario de esta empresa utilitaria.

Sin embargo, ¿quién garantiza que eso sea verdad? ¿Quién los fiscaliza para afirmar que no están cometiendo una arbitrariedad y un cobro doble o hasta triple por el uso de un alumbrado que ellos miden en el consumo como les da su regalada gana?, sin embargo, Raúl Cárdenas Gómez así lo insinuó: la CFE le hace el favor a los municipios.

La empresa junta el dinero del pueblo por concepto de alumbrado público, al que de ninguna manera le ha pedido permiso para cobrarles un dinero que de por sí paga el municipio, pero se los cobra incurriendo en algo que se le puede ubicar como robo tácito, y al rato, sin que nadie les pida cuentas, le vuelven a cobrar al ayuntamiento por exactamente ese mismo concepto.

Es entendible entonces, que los trabajadores de la CFE, incluyendo sus ostentosas y onerosas plantas, oficinas administrativas, domicilios particulares de jefes y empleados, puedan consumir la energía eléctrica que les de la gana, al fin que se los cubre el pueblo, y de paso, el ayuntamiento donde estén asentados.

Y como se insiste: no hay quien les pida cuentas de nada, ni dependencia que los fiscalice. Sin embargo, con el cinismo que los ha caracterizado, aún así, insinúan que hacen un favor a la gente y a los presidentes municipales, en una expresión que duele, pues entre otras lindezas, la CFE monopoliza un servicio, con lo que incurre en una irregularidad de origen.

Ayer el anuncio ofrecido por Fortalecimiento Municipal, iba a ser que cambiarán lámparas que llaman ellos ahorradoras, que porque duran más y gastan menos, aunque en la práctica los recibos llegan igual de caros, para eso hay que corroborarlo con las 50 localidades de la Costa Chica donde les han cortado la energía por falta de pago al ser excesiva y ofensivamente altas, pero el de la CFE se llevó la mañana.

Tal vez debamos imaginarnos que el gerente general o superintendente o Superman o como ellos se digan, lleva su cuenta de los tantos favores que le ha hecho en su demarcación, a la gente, masa de esos pobres mortales que se atreven a respirar el aire que no les corresponde.

Con estos mecenas divinos, ¿qué importa lo que enuncien los principios de la Independencia y la Revolución con la abolición de los monopolios?, si se trata de empresas tan humanitarias como la CFE, que cobren al doble, al triple y si se pudiera, que también hiciera su colecta anual como la Cruz Roja por su altruismo y su gran amor al prójimo.