COLUMNA

El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

**En San Mateo, intrépidos parroquianos «tronaban» los toritos de fuego…**Hace algunos años, caminábamos por las banquetas sin temor a ser agredidos…

EL DÍA DE AYER ESTUVIMOS VIENDO CÓMO, EN EL JARDÍN DE SAN MATEO, ALGUNOS INTRÉPIDOS PARROQUIANOS «TRONABAN» LOS TORITOS DE FUEGO; evidentemente, las cosas han cambiado desde hace varias décadas y lo que debemos de hacer es respetar nuestras costumbres y tradiciones; una de éstas, es la quema de los toritos por la tarde-noche, con el fin de que se luzcan las luces de colores que, los artesanos hacedores de los fuegos artificiales, colocan en cada uno de los presuntos astados;

al menos, no sabemos a quién se le ocurrió «tronar» los toros en el día, cuando el colorido apenas sí se nota; nosotros recordamos cómo, hace varias décadas, la gente se arremolinaba en torno al atrio y los más aguerridos se colocaban un torito de fuego sobres sus cabezas y así, bailando al compás de la Música de Viento, hacían que el astado se quemara poco a poco; no faltaba quien intentara torearlos, sea con un pañuelo o con su propia camisa; los buscapiés salían silbando de la estructura toda hecha de carrizo y los gritos de susto o de júbilo se dejaban escuchar en derredor; la gente vitoreaba y aplaudía aquí y allá, admirando a esos que tenían el atrevimiento de tronar un torito; también colocaban un castillo que, a altas horas de la noche, uno de los mayordomos de la fiesta, hacía que se encendiera y todos veíamos cómo la «corona» se escapaba hacia el universo, dando vueltas y vueltas, desparramando sus luces de colores que giraban alrededor; eran otros tiempos, cuando las familias solían salir a la calle, a las puertas de su casa, colocando sillas para charlar sobre cosas interesantes, o CAMINABAN POR LAS BANQUETAS SIN TEMOR A SER AGREDIDOS, a ser asaltados; ¡¡¡Cómo añoramos tiempos pasados!!!, cuando nuestros padres nos llevaban a pasear, a los días de campo y convivíamos en familia sin temor alguno; ¡¡¡Lástima que ahora ya no podamos hacerlo con nuestros hijos, con nuestros nietos!!!; a esto nos llevó la mal llamada «civilización» que ahora vivimos, viendo muertos por doquier, con una tremenda inseguridad que raya en la locura, donde todos nos cuidamos de todos y tememos quedar en medio de un fuego cruzado; ya hasta han hecho la famosa «Oración Acapulco», no nos la sabemos al pie de la letra, pero hasta le podemos inventar: «Te pido, San Abulón, que no me toque un levantón; te ruego Santo Sudario, que no me ataque un sicario…» y así por el estilo; hasta esto hemos llegado; en fin, decíamos que debemos de salvaguardar nuestras costumbres y tradiciones, pero también debemos de reflexionar en nuestros valores morales y sociales, los cuales, al parecer, los hemos tirado por la borda, por lo que es necesario recomponerla; bueno, al menos eso pensamos nosotros y… ¿Quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com