PRINCIPAL DE NOTA ROJA

Tras ser agredido

a tubazos falleció

Antonio Cantú Rendón.—Después de 12 días de larga agonía un vecino de la parte baja de la colonia PRD dejó de existir, luego que fuera golpeado a tubazos en la cabeza y en el cuerpo por dos presuntos delincuentes que operan en la parte alta de ese asentamiento humano.

El ahora occiso respondía al nombre de Abraham Sollano Bárcenas de 50 años de edad y tenía su domicilio en la calle «Lucio Cabañas» esquina con «Cerro de los Alpes» de la colonia PRD de la parte baja, debido a los golpes que recibió en la cabeza el día de hoy lunes finalmente murió a las 11 de la mañana en el interior del hospital General «Raymundo Abarca Alarcón».

Como se dio a conocer oportunamente en La Crónica, Vespertino de Chilpancingo el día 10 de agosto de este mismo mes Sollano Bárcenas se encontraba en el interior de su casa en la segunda planta, en esos momentos dos presuntos delincuentes que operan en la parte alta de la colonia PRD llegaron hasta el domicilio del ahora occiso y se introdujeron y posteriormente lo golpearon a tubazos en la cabeza y en el cuerpo.

Al ser agredido físicamente Sollano Bárcenas quedó inconscientemente bañado en sangre encima de su cama, sus familiares en esa fecha al darse cuenta se espantaron y solicitaron la presencia de los paramédicos de la Cruz Roja quienes arribaron para brindarle los primeros auxilios.

Los socorristas trasladaron al herido a la sala de urgencias del hospital general «Raymundo Abarca Alarcón», donde los médicos le notificaron a los familiares del lesionado que tenía pocas esperanzas de vida Abraham Sollano Bárcenas ya que presentaba traumatismo craneoencefálico, y que solamente un milagro le podía salvar la vida.

Después de estar luchando contra la muerte, para seguir con vida, el vecino de la parte baja de la colonia PRD finalmente hoy lunes murió.

Ante esto, un auxiliar de la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común acudió al nosocomio para iniciar las diligencias de ley y posteriormente el cadáver fue llevado a la morgue donde le practicarían la necropsia de ley y después ser entregado a sus familiares para que le den cristiana sepultura.