COLUMNA
Falconario
Jorge Falcón
GUERRERO MÁS POBRE Y PROGRAMAS DE MENDICIDAD.
A detalle se consideran aspectos como la población vulnerable por carencias sociales y por ingresos; se consideran también las carencias de acceso a servicios de salud, seguridad social, vivienda, servicios de vivienda y a la alimentación; en resumen, se evalúa la eficacia del Gobierno para responder a dichos retos.
Por otra parte, la pobreza extrema que señala la gráfica se refiere a que los hogares que tienen un ingreso total de magnitud tan ínfima que aun cuando fuera destinado en su totalidad a la alimentación, no les permitirán satisfacer sus requerimientos nutricionales.
El gobierno estatal, «aplica» no como plan productivo o de desarrollo programitas y proyectitos de apoyo a jóvenes y ancianos, con dinero escaso, volviendo a la mendicidad, para concretar largas filas de pordioseros, de indigentes Eso no es ser gobierno, es una actitud paternalista de gobierno ineficiente, fofo, sin rumbo o proyecto. Un culto a los desheredados, que son votos cautivos. Una «piscacha» de dinero.
La discusión sobre la evolución de la pobreza en México se ha centrado en el aspecto político; de cara a las elecciones presidenciales de 2012 uno de los principales objetivos de los partidos políticos es el sector más vulnerable de la población, tratándose del más numeroso, resulta el más atractivo electoralmente. A pesar de las posiciones del Gobierno Federal, que busca minimizar lo evidente y que el PRI busque evidenciarlos, la realidad es que basándose en un estudio publicado por el CONEVAL sobre medición de pobreza 2010 a nivel nacional donde se compara con el 2008, son cada vez más los mexicanos que se encuentran en dicha situación, como quiera que se le denomine, extrema o moderada.
Si la población en 2008 era de 106’ 700, 000 personas y en el 2010 es de 112’ 336, 538, quiere decir que un poco más de 4 millones de personas se incorporaron a la pobreza; debe considerarse que el incremento de población entre ambas fechas es de más de 5 millones de personas.
Es posible que en pequeña escala, se esté disminuyendo el porcentaje de personas que se consideran como pobres; sin embargo, en números absolutos el tema es alarmante: casi 52 millones de personas son consideradas pobres; el 46.2% de la población.
El contexto internacional implica un peligro, dado que nos encontramos en la víspera de una eventual crisis económica internacional.
A esto agréguele que conforme al INEGI el desempleo, se disparó en un 60% a junio de 2011 respecto al contabilizado al principio del gobierno calderonista en diciembre de 2006; y además, 2 millones 564 mil personas no lograron trabajar «siquiera una hora durante la semana».
El gobierno de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo no creo empleo para los guerrerenses, con ningún ánimo; lo que se visualiza en este gobierno, es que tampoco se hará lo posible por crear fuentes de empleo para jóvenes profesionistas egresados de las indistintas universidades. No hay rumbo en esto por parte del gobierno de Aguirre Rivero, observamos un despiadado comportamiento de nepotismo no tan solo dentro de la familia del gobernador del estado de Guerrero, sino de los funcionarios que tienen trabajando a su estirpe; para que me entiendan mejor, a sus parientes; es decir el problema no se circunscribe a que los guerrerenses no puedan comprar lo suficiente para vivir, sino que ni siquiera tienen la posibilidad de trabajar, porque esos empleos ya están «comprometidos».
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