COLUMNA

Peligros de la moda

Apolinar Castrejón Marino

Aunque la moda «paquita la del barrio» se ha vuelto muy popular, aún hay mujeres y niñas lucen que muy hermosas con sus cabelleras, así las lleven sueltas o recogidas. Algunas se hacen detallados peinados y otras utilizan toda clase de moños, ligas y «cucarachas».

Y aquí viene cierto problema que les queremos plantear. Resulta que por Internet ha estado circulando la advertencia de que muchas «ligas» están hechas con condones usados. Así como lo lee. Esas tiendas de «todo a 3 pesos», o esos vendedores que solo ponen una franela en el piso y ofrecen mercancías llamativas y muy baratas, están vendiendo unos productos altamente peligrosos.

La denuncia que se transmite por Internet incluye fotografías en las cuales se ve claramente como corta una liga para ver su interior, encontrando que efectivamente se trata de un rollo de látex apretadamente recubierto con hilo de nylon de colores llamativos.

La liga tiene cierta elasticidad, pero aunque se estire, nunca deja ver con claridad su interior, hasta que se le disecciona. Una madre de familia expresó lo siguiente: Dos emociones me invaden ante esta noticia. Por un lado alegría, pues se estaría reciclando el látex y dándoles un nuevo uso comercial que evitaría el consumo de nuevas materias primas.

Pero por otro lado, siento algo de desconfianza pues sabiendo que uno de los principales fines de los condones es prevenir enfermedades de transmisión sexual y el VIH sida, el proceso de reciclaje debería estar muy bien supervisado para asegurarnos que el producto final no atente contra nuestra salud.

De la sorpresa se pasa al horror al leer la información y ver las fotos que presentan los internautas. Se aprecia claramente, que en grandes fábricas, esos preservativos se utilizan como materia prima, sin que hayan pasado por ningún proceso formal de reciclaje; simplemente se lavan y se reúsan.

Algunas fuentes que defienden este tipo de comercio, dicen que son los condones que no pasaron el control de calidad y nunca salieron al mercado, que fueron revendidos a otras industrias, pero esto, no ha sido confirmado.

Como es usual en la propaganda gringa, se culpa a los chinos, y se citan escándalos de índole sanitaria: la leche de bebé contaminada, el huevo, la carne, los juguetes de Matel en que la pintura traía cantidades enormes de plomo, etcétera.

No es mala idea reciclar condones, siempre y cuando pasen por un correcto proceso de transformación a alta temperatura que asegure la eliminación de todo tipo de agentes infecciosos, pero sería más conveniente utilizar ese látex en otros artículos que no sean de uso personal.

No olvide que estos productos se compran para las hijas, para las nietas, para sobrinas, hermanas, y que las mujeres tienen la pésima manía de sostenerlas con la boca mientras se peinan o se cepillan. También se bañan con ellas y acostumbran guardarlas en sus bolsos, en donde entran en contacto con muchos artículos, algunos comestibles.

Sea cierto o no, para reusar y/o reciclar artículos debe hacerse de forma que nuestra salud no resulte perjudicada. Y es de precisar que este tipo de ventas sin control no serían posibles, si no tuviéramos autoridades corruptas y políticos con prisa por enriquecerse.