COLUMNA

La Jaula de Dios

Jesùs Pintor Alegre

Las múltiples voces se enredan en las volutas de la intercomunicación en esta torre de Babel en la se está convirtiendo este mundo, este país y este estado. Por un lado nos dicen que hemos tocado fondo con esto que nos sucede, y que nada puede ser peor que la barbarie que se ha apoderado de esta sociedad mustia, que le escalda todo y se escandaliza, pero vive su propia Sodoma y se come sus propias perversiones. Por el otro nos dicen que falta lo peor.

Y esto último, rebasa todo sentido. Ya antes se había anunciado el rompimiento social, la revuelta, la convulsión, ese antes fue enmarcado con el centenario de la Revolución Mexicana, el bicentenario de la Independencia de México y como para colgarle un racimo de tres, que un siglo después, las generaciones de aquellos tiempos, recordaran 2010 como los tiempos de la angustia, la pobreza, y el miedo.

Etiquetado con sus diversas historias urbanas, donde descabezados aparerán para vengarse, con policías en el intento de ser los Terminator en su versión mexicana y guerrerense, pertenecientes a la cofradía de los perredistas de vanguardia, con la guía de Félix Salgado Macedonio, y encatrinados como el prócer Ramiro Alonso de Jesús.

El perredista Ramiro Alonso aceptó de manera indirecta, que el PRI va a ganar las elecciones de 2012. Pero lo va a hacer, argumentó ayer, con trampas.

El ex diputado plurinominal por dos ocasiones, famoso por haber sido el motivo para que se cambiara por ley, la designación de candidatos y suplentes, al arrebatarle el derecho a su cuñada Marisol Calderón de ser legisladora, dijo que las elecciones de 2012 serán las más convulsionadas de la historia, pues aseguró, se darán en medio de una revuelta civil inevitable.

Una revuelta civil sangrienta y dolorosa para la democracia, dijo, y que se anticipa sobre todo y entre otras cosas, porque la gente ha dejado de creer en los políticos. Pues en ese tenor habría que esperar y ver si los partidos políticos y sus miembros son capaces, que de entrada creemos que no, de cambiar el estado de las cosas, y no llegar a lo que se ha anunciado.

Pero hay algo que debe resaltarse de la verborrea del perredista: la gente ya no cree en los políticos. Y lo corrobora este siguiente hecho no obstante las flores echadas al viento. Según una revista llamada «Líderes Mexicanos» y que dio a conocer su contenido Ciro Gómez Leyva en su programa noticioso, Ángel Aguirre Rivero, es uno de los 300 líderes con mayor influencia y aceptación.

Quizá no consideraron todo para dar ese dictamen, pues de acuerdo a un calentano migrante, Antonio Hernández, y que ha sentido y vivido de cerca los problemas de los paisanos, aseguró ayer vía Messenger, que Ángel Aguirre como gobernador, los está empezando a decepcionar.

El mandatario estatal abrió muchas expectativas, dijo el migrante líder del grupo musical «Skapulario», pero las esperanzas que tenían en él, las están perdiendo, y encerró la declaración con una firma para el convencimiento: «la neta», dijo.

Un gobierno, remarcó el migrante, que se lava las manos con puros pretextos. Pero tengamos cuidado en dejarnos llevar por la emoción y la línea verbal, pues argumentó aparte sobre los priistas, y dijo sentirse decepcionado de ellos con mucha antelación, y que bueno, para lavar culpas, el PRI estatal en voz de su dirigente, Efrén Leyva Acevedo, le ha pasado la bolita al actual procurador general de Justicia, Alberto López Rosas.

Y le gritonea, y da de patadas en un acto de berrinche infantil, y pide Efrén Leyva, que Alberto López renuncie, porque es su culpa lo que está pasando en Acapulco, es decir, fue culpable como alcalde y ahora como procurador… sin duda es sencillo ver la paja en el ojo ajeno entre los políticos, pero los ciudadanos ven otra escena muy diferente: si a alguien hay que culpar por todo lo que vivimos, es a todos los políticos. A todos.

El migrante cerró con una frase lapidaria al preguntarle si pediría algo a los políticos: para qué, dijo, si de por sí no hacen nada. Algo más claro, ni el agua. Si alguien tiene que despertar, no son los perredistas, los priistas o los panistas, son todos, y todos, de cierto, es absoluto.