COLABORACION

Hombre y Estado ante la
corrupción y la holgazanería
Emilio Nahín Rojas Madero/Fredy Leyva Irra
Las coronas de los reyes, grandes y pequeños, caerán. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... Habrá una guerra terrible entre todos los pueblos. –»Profecía de Melquisedec; rey de Salem»–.
Son una farsa las maravillosas promesas de bienestar que plantean los grandes consorcios de la globalización para con el hombre y el Estado. Pues el hombre cada día se convierte en un esclavo extractor de capital mediante su mano de obra y su acción consumista de los productos ofertados por el sector comercial empresarial. Y el Estado en virtud de seguir en su holgazanería; va cediendo terreno en sus funciones y obligaciones para con sus gobernados. Como ya lo mencionamos en otras ocasiones; para que el Estado privatice la nación, a utilizado estrategias que van desde la tergiversación del lenguaje y las palabras; hasta la aplicación del decreto presidencial o vertiendo una dictatorial de calificativos como «Elefantes
 Blancos»; Certificación o Examen de Competencias y recientemente el termino de «corrupción» como simples excusas para transmigrarle sus obligaciones públicas al sector privado.
La corrupción característica de nuestro mundo sodómicogomorresco en la que estamos viviendo, es la que le da al sector privado, las facultades para ser amo y señor de todas nuestras necesidades; lucrando con ellas. Y como individuos; lo aceptamos pero no de manera directa, el ser entes corruptos; expresando la frase –»Así es el Sistema»–. Pero ¿Por qué el hombre utiliza esta expresión? En artículos anteriores habíamos planteado la afanosa necesidad del hombre por creer en una fetichería, en algo alienado al que nombraba –»Sistema»–; lo cual calificamos de falso, irreal pero no sabíamos porqué el hombre lo hacia presente en los discursos. Mas hoy que nos hemos sentado con representantes sindicales, empresarios y funcionarios corruptos de diferente orden social, exigiéndonos que nos alineemos a las condiciones del «sistema» y sus vicios ocultos; por fin hemos comprendido que el hombre le da vida al «Sistema» para evitar decir –»Soy corrupto»-.
Cuando toda nuestra vida quede en manos del sector privado y tengamos que pagar cantidades exorbitantes por agua, pan, ropa y hogar; con un salario de miseria otorgado irónicamente por los acaparadores de todo en el mundo, los pueblos nos enfrentaremos por la supervivencia. Nos asesinaremos los unos a los otros por el vaso de agua y el trozo de tortilla; y nadie nos detendrá como sociedad en el plano local. El mismo ejemplo seguirán los gobiernos y naciones para con sus homólogos del mundo. Y los empresarios cuando vean que ya no existen consumidores de sus productos y ya no puedan devorarse o amasar entre ellos mismos su capital económico; el mundo por fin habrá llegado al colapso, pues el capitalismo ya no podrá consolidar otra metamorfosis que aletargue su extinción hoy ya en puerta. Pero por lo pronto, es preciso plantear el escenario social más próximo al colapso mundial que esta por venir: La autodevaluación del Hombre y el Estado frente a su corrupción y holgazanería, respectivamente.
En el caso de los seres humano u hombres; nos estamos autodevaluando gracias a la corrupción que impera en nosotros mismo, dándole las facultades de administración y desarrollo a maquinas computarizadas desde donde se puedan hacer todas las actividades bancarias y transacciones monetarias; acciones de compra y venta o la prestación de servicios profesionales ante el pillaje, entre otras actividades frente a la falta de credibilidad y valores en el propio ser humano. El caso mas claro que me llega a la mente, es la inundación en nuestras ciudades con maquinas mejor conocidas como «Tiendas Inteligentes» a las que se les introduce la moneda, se le oprime el código y te entrega el producto que le solicitas sin necesidad de otro ser humano como mediador en la compraventa. Así que no nos debe de asombrar que en un futuro no muy lejano, la cama en la que duérmanos, la silla en la que descansemos, la casa en la que respiremos y todas nuestras necesidades básicas estén acompañadas de un androide que desempeñe funciones de cobro o cronómetros donde se registre nuestro consumo y nos facture a falta de la credibilidad en nuestra propia palabra.
Pero si piensas que el ser humano es el más tonto en esta devaluación, ahora veamos al Estado. Para ubicar el surgimiento de la burguesía en la historia no se puede ser muy específico. En algunas naciones o imperios; ésta se hizo presente durante la etapa esclavista y en otras durante el feudalismo; siendo para muchos, la alternativa de producción económica cuando las anteriores llegaron al colapso social. Sin embargo, gracias al gran auge de la actividad comercial, la burguesía se convirtió en uno de los ejes más fundamentales de la economía y desarrollo de los imperios, aflorando en estos el sentimiento de supremacía y globalización. Si, globalización a pesar de que el término es nuevo, pero antiguo en la tentativa de la burguesía por adquirir el control del mundo económico y comercial. Lamentablemente las malas intenciones del movimiento burgués que dio paso al capitalismo; pronto fueron debeladas y puestas ante los ojos del Estado, –»La implantación de la burguesía como el nuevo sistema de Gobierno»–. Lo que alerto a los príncipes, reyes y virreyes; pues corrían peligro sus reinados, imperios y principados; éstos respondieron con severos «impuestos» como un mecanismo de freno a los perversos objetivos de dicha burguesía.
Hoy los Estados y Gobiernos del mundo; tal pareciera que son ciegos o tontos; pues la estrategia de la burguesía, hoy sector privado; sigue en pie, solo cambiaron de calificativo. Muy pronto los consorcios del mundo, serán quienes se autonombren regidores, parlamentaristas, alcaldes, presidentes o reyes; ya no necesitaran del Estado, ellos serán el Estado. La burguesía le encontró lo estúpido al gobierno y se convirtió en el perverso concejal que manipulo al Estado como su marioneta; aconsejándole la privatización de las necesidades básicas del pueblo valiéndose de la apatía y corrupción muy características de las masas. Por otro lado, aprovechara que el Estado lleva por defecto ser un parasito y un holgazán para cumplir con sus funciones frente al pueblo. Pues, gobiernos donde se fomenta la privatización como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Grecia, México,… pronto perderán sus coronas. Hoy ya le cedieron los servicios básicos al sector privado; mañana le entregaran las secretarias y subsecretarias con sus respectivas direcciones. Los gobiernos del mundo, se están poniendo la soga en el cuello; por ser parásitos y holgazanes.Comentarios:romaen73@hotmail.com

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