OPINIÓN
El Arlequín político y
la dialéctica de Marx
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”
El arlequín; un ser mitológico cuya capacidad es la de tomar el aspecto, la forma e imagen frente al espejo, de todo aquello con lo que pueda encantar a sus victimas, si es preciso endiosarlas por tal de alcanzar tan trágico objetivo para el iluso; la muerte. Es así como la Izquierda se enfrenta a los encantos del poder; se vuelve soberbia, cretina, sínica, perdiendo el piso y yéndose al deshuesadero del desencanto social, permitiendo que la derecha se perpetúe. Allí tenemos el ejemplo del desprecio popular al perredismo y otros partidos de la extraviada lucha social; situación muy bien aprovechada por los de la Derecha. Institutos políticos que cayeron en el espejismo de los privilegios y la “buena vida” para la cual no estaban preparados muchos de sus activistas, militantes y actores políticos. Sin embargo, no sé si se les debe de compadecer; pero lo cierto es que existe un círculo de condiciones que fomentan la perdida del rumbo y con ello, el abandono de los ideales de “justicia y libertad”.
En especial; el económico, donde los partidos tienen que comprobar contantemente los gastos mediante las facturas otorgadas por los comercios para evitar las sanciones del IFE (órgano electoral); pero lamentablemente los taxis, microbuses, fondas o taquerías, entre otros pequeños negocios, no cuentan con la facultad de expedir dichos documentos, por lo que se le obliga al luchador social, el entrar en lugares de cinco estrellas; derrochando grandes riquezas y arrancándoseles sutilmente de su amor por el pueblo, con tan exquisitos placeres; a todo esto le debemos agregar el defecto de nuestro pueblo, el cual tocaremos mas adelante del artículo. Así es como esos partidos de Izquierda pierden el rumbo, dedicando su vida institucional interna en pelear por el control de las prerrogativas y la capacidad de designar las candidaturas a cambio de dinero; mas no el bien común y social. Sin embargo; este aspecto puede ser muy pernicioso, provocador de excusas para solapar los malos vicios de esos actores políticos, seudoizquierdístas. Utilizadores de las masas “desechables” (como ellos las catalogan) al término de cada proceso electoral; lo que encoleriza a la sociedad civil que sí es activa en cuestiones políticas y las convierte en comunidades apáticas a la políticas.
Algunas cúpulas de los partidos de Izquierda; por su endiosamiento y tal vez por una acción vengativa para con la sociedad políticamente activa, establecen o le imponen a sus bases, militantes y lideres; las tan famosas alianzas aun en contra de la autonomía de las estructuras estatales y locales. Imponiéndoles obligaciones y coartándolas del Derecho a cobra por las labores realizadas a lo largo de los procesos electorales; es decir, que la militancia activa tiene prohibido ocupar alguna función publica a pesar de salir victoriosos en la coalición. Ante el “temor” de las altas dirigencias de que dichos activistas sean cooptados. Como si toda la militancia tuviera los mismos vicios y la misma falta de valores que las altas esferas. Pero esta tonta medida de conservación del capital humano; es lo que en la actualidad les esta metiendo en apuros a los partidos de Izquierda; pues dicho postulado creó entre la militancia una “apatía ciudadana” rumbo al proceso electoral 2012 en el que se juega la silla presidencial de México.
Ejemplo claro de dicha apatía es el débil alistamiento de los “Protagonistas del Cambio” rumbo al 2012 en México; pues la sociedad a dejado de creer en los partidos y en los políticos. Si bien es cierto; el proyecto de Andrés Manuel López Obrador esta siendo respaldado y visto con buenos ojos por un 40% por ciento de la población mexicana, con forme a las ultimas encuestas; es gente que desea integrarse al MORENA 2012, pero al saber ésta que debe sumarse vía institutos políticos, decide dar retirada a sus intenciones de participar. Lo único que le queda a los partidos de Izquierda ante tales circunstancias es hacer que las afiliaciones se realicen a través de asociaciones políticas independientes (no partidarias). Tan estoy seguro de esta situación, que puedo aseverar que los “grandes” actores políticos, doctos de las ciencias políticas; esos generalísimo de partidos políticos como el ala perredista PRO-AMLO; ni con todas sus excelsas experiencias en campañas electorales, han podido afiliar un número mayor a los doscientos protagonistas por cada entidad federativa.
No estoy en contra del proyecto; sin embargo se me hace pernicioso callar una autocritica a la Izquierda a la que pertenezco como cualquier otro nacido en la pobreza, sobre quienes dirigen dicho movimiento social, en pro de la transformación nacional y quienes a su vez, son los enlaces entre Andrés Manuel López Obrador y la sociedad mexicana. Por otro lado; también es cierto que nuestros políticos tienen considerada a la sociedad mexicana como “traidora”. Porque cuando han actuado con honestidad y fraternidad para con nosotros los del pueblo, ya sea con alguna obra o necesidad social; pavimentación, alumbrado, saneamiento, etc., las comunidades o sociedades les hemos dado la espalda el preciso día de las elecciones, votando a favor del político mañoso quien nos ofreció una dadiva o dinero en efectivo y quien jamás se volverá a parar después de obtener su objetivo. Y como pueblo terminamos convirtiendo en perversos y vengativos a los políticos que alguna vez tuvieron ideales de honor y justicia en beneficio de sus electores; pues los políticos no naces siendo malos, nosotros como sociedad los vamos deformando.
La ultima metamorfosis que el arlequín emplea para atrapa a su victima y con ello asesinarle, es su propio reflejo; al final, la victima es encontrada en el suelo con sus manos asfixiando su cuello: suicidio. Así es como políticos y sociedad nos estamos flagelándonos mutuamente; culpándonos de las condiciones sociales en que nos encontramos, por no aceptar nuestras obligaciones. No es cuestión de concientización social; pues somos consientes que el actuar traicionero es lo que nos tiene en el hoyo, sino “responsabilidad” ciudadana. Como sociedad estamos acostumbrados al paternalismo; cultura parásita fomentada por el priísmo, que no puede ser erradicada mas que con mano dura o pisoteada por los políticos hasta el hartazgo; alternativa peligrosa para la paz social de nuestra nación. Cultura de la responsabilidad es lo que hace falta; le corresponde al político y a sus legisladores mediante reformas que le restrinjan derechos al ciudadano que no participa en la vida política; como el acudir a las urnas a emitir su sufragio sin importar por quién vote. Y premiándole por su participación; así como a la militancia, simpatizantes y lideres del partido; pues las ganancias de la lucha se reparte, ya que las bases comen, visten, calzan y las cúpulas no deben de ser tan ciegas con sus decisiones si desean contener el capital humano; como ya lo dijera en su momento el estratega militar chino Sun Tzu en su obra “El Arte de la Guerra” –“Cuida de tu ejercito; para conservar tu imperio”–. De lo contrario; las dirigencias podrán negociar arriba pero las bases dejaran de hacer el trabajo. De acuerdo a la teoría de la dialéctica y el materialismo histórico de Karl Marx; durante el declive del esclavismo y feudalismo, fue que tanto esclavos como siervos se dieron cuenta (como hoy esta ocurriendo con las bases) de que sin su mano de obra, los jerarcas, monarcas, reyes, virreyes y señores feudales no podrían alimentarse y vivir en la opulencia aun cuando en aquellas épocas los llegaron a torturar para obligarlos a producir. Prefiriendo morir de hambre y dolor; que seguir manteniendo a esos parásitos esclavizadores. Hoy los partidos ya no amedrentan con penas físicas; mas sí con las pecuniarias, al retener las prerrogativas de sus representantes inferiores. Pero cómo quieren los patriarcas de la Izquierda que las dirigencias estatales, sus bases y líderes trabajen si no les permiten tener derecho a ocupar un espacio y autonomía; mediante los cuales se le pueda redituar a esas masas que les apoyaron durante las campañas; esas masas ya no quieren moverse sin recibir nada a cambio, estableciendo que ya no harán política por hobby.
Se esta expandiendo este pensamiento en la sociedad y la militancia partidaria; es por ello que hoy en día esos autobuses en los que se transporta a la gente para las concentraciones masivas y las plazas publicas se muestran casi vacías. Pues surge una conciencia colectiva que de nada sirve participar si los partidos y sus altos dirigentes no pretenden darles algo de las ganancias a cambio de su trabajo político. ¿Acaso los jerarcas se bajaran de sus estrados y vendrán a tomar las brochas, pinturas y calcomanías para cumplir con esos compromisos en los que no toman en cuenta la postura, opinión y decisión de las bases y la militancias? Pero donde se les vende como esclavos a los que se les engaña (engañaba) con promesas de ser funcionarios o candidatos a cargos públicos; si son serviciales al partido político. Esta explotación no solo ocurre en la mayoría de los partidos de Izquierda, sino también en los de Derecha, mas en menor escala y eso les permite seguir en el poder. Como partidos de Izquierda debemos corregir el camino; si es que queremos triunfar en el 2012 ó de lo contrario, así como la victima del arlequín, cae muerta por su propia mano; asimismo los jerarcas, las bases y el pueblo terminaremos en una guerra civil similar a la ocurrida durante la extinción del esclavismo y feudalismo: el derramamiento de sangre en busca de la utópica transformación social.
Gracias ha mi estimado amigo Miguel Ángel Pérez Acúña por ampliarme las connotaciones del mitológico arlequín; lo que contribuyo para poder estructurar éste escrito.
Comentarios:romaen73@hotmail.com
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