SUMARIO

El periodismo peligroso

y de mayo riesgo:HCO

No sabemos si por consigna, por coincidencia o por casualidad en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas, a iniciativa de los países miembros de la UNESCO, proclamó al 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de fomentar la libertad de prensa en el mundo, al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática.

En México, y particularmente en regiones como Guerrero, donde desde hace siglos se celebra esta fecha un festejo especial entre la grey católica, coincide con la propuesta de la UNSECO, dedicar al periodismo este día como reflexión profunda de la tarea que, como se ha dicho, es, y de hecho ha sido siempre, el oficio más peligroso y de mayor riesgo en el mundo. Por ese motivo, el 3 de mayo nos obliga a la reflexión, porque como decía el poeta, nuestro oficio en sí, «algo tiene de Cruz y de Calvario».

Fue bajo el signo del romanticismo, conjugado con la inquietud social de un grupo de entusiastas de la pluma suriana que hace muchos años comenzó lo que inicialmente fue la aventura del periodismo para también, muchos años después, lograr convertirse en un oficio en el cual militan hoy esforzadas generaciones de periodistas, ya profesionales de la información, ya comunicadores respetables que son quienes cotidianamente escriben la historia de nuestro pueblo en las páginas de los periódicos.

Pero el ejercicio de esa libertad tiene un costo, un costo muy grande, que como lo consigna la historia misma, se ha tenido que pagar con la vida y el sacrificio de muchos compañeros periodistas, porque la Libertad de Expresión es vida, vida que se sintetiza en la reflexión que enarbola la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa en Chilpancingo: La Libertad de Expresión no se mendiga, se ejerce. Comunicar para liberar.

Fue aquí en Chilpancingo cuando a iniciativa de Humberto Ochoa Campos, cuyo busto preside la plaza de la Libertad de Expresión en la capital del estado de Guerrero, que un grupo de amigos proyectó la publicación de un periódico: «El Güero Sol», en honor de ese personaje célebre en Chilpancingo, que llenó de anécdotas los corrillos de nuestra sociedad capitalina.

Más tarde se publicó «El Semanario», que aglutinó a los pocos periodistas de la segunda mitad de los años 40, como fueron J. Lamberto Cervantes, corresponsal de El Universal, Doctor Roberto García Infante, Lamberto Alarcón, Francisco Treppiedi, José Rubín, Rubén Mora Gutiérrez, Genaro González Alarcón, Amando Salmerón, Benjamín Mora Chino, Esteban Estrada, J. Félix López Romero, Aarón M. Flores y Daniel Ramos González.

Enterados de que en la ciudad de México funcionaba el Sindicato de Redactores de la Prensa, alguien sugirió la idea de que se formara una Sección, y tras conocer los Reglamentos, en una reunión efectuada en los Talleres Gráficos del Gobierno del Estado se llevó a cabo la feliz realización de esa idea, resultando electo secretario general el señor periodista J. Lamberto Cervantes. Poco tiempo después se integrarían al referido organismo Hermilo Castorena Noriega, Rogerio César Armenta Ramírez y Gregorio Rodríguez.

La impresión de los periódicos que hemos citado era muy complicado, se hacían las columnas a base de tipos metálicos, línea por línea y la imprenta era movida a base muñeca.

Con el tiempo y ya con alguna experiencia, el periódico se convirtió en bisemanario y después, en agosto de 1947 apareció el Diario de Guerrero. En el gobierno del General Baltazar R. Leyva Mancilla se adquirió el primer Linotipo que era manejado por Jorge Núñez Zapata y Héctor García Cantú y la imprenta automática estaba a cargo del señor N. Palau. Aarón M. Flores figuraba como director, Humberto Ochoa Campos como editor y Daniel Ramos González como jefe de redacción.

Reunidos en una asamblea en Acapulco para oír ponencias y superar la función que desempeñaban, el director del periódico Trópico de Acapulco, don Manuel Pérez Rodríguez, don Carlos Adame y Humberto Ochoa Campos propusieron la realización de un Congreso de Prensa, el cual se realizaría en la ciudad de Taxco, y para tal efecto se designó al periodista Daniel Ramos González como presidente.

Al Congreso asistieron delegados de la Tierra Caliente como Desiderio Borja, director de la revista «Coyuca»; de Acapulco Luis Ríos Tavera, Manuel Ávila y Manuel Pérez Rodríguez; de Chilpancingo Benjamín y Rubén Mora, Humberto Miranda Fonseca, Genaro González Alarcón, Juan Félix López Romero, Jorge Reyeros; de Iguala Gregorio González y Pedro Román Gómez; por el gobierno del estado, quien financió el evento, el licenciado José Ventura Neri, Leopoldo Castro García, el licenciado Luis Téllez Bustamante y el profesor Crescencio Miranda. Anfitriones fueron Rafael Castrejón, director de El Heraldo de Taxco y el poeta Rafael Romero.

La culminación periodística de la Sección 17 fue la edición de la revista Centenario, que se hizo en 1949, en ocasión del aniversario número cien de la Erección del Estado de Guerrero. La aportación cultural de la Sección 17 fue la publicación de costumbre: Poemas, ensayos históricos, relatos de la vida social de la época y sus miembros narraron el pulso de los acontecimientos más importantes durante diez años consecutivos.

Ahora, la estafeta está en plumas jóvenes, que deben sentirse orgullosos de la función social que está en sus manos: servir con cariño, lealtad y honestidad a la comunidad guerrerense que los lee diariamente como el alimento espiritual de su segunda naturaleza, porque no hay mayor satisfacción que la del deber cumplido.

Muchas gracias.

-Martes 3 de mayo de 2011-

Palabras del Periodista Héctor Contreras.

Plaza de la Libertad de Expresión en Chilpancingo, Guerrero