PRIMERA PLANA
¡No olvidarse del pueblo!:
Héctor Contreras Organista
Agradecimiento a Javier Francisco Reyes:
Mí muy estimado y valioso compañero:
Siempre he agradecido y agradezco de manera muy cumplida la generosidad que me brindas con tu amistad, ese bagaje enorme de afectos valiosos que se entrelazan desde hace años cuando nos conocimos y compartimos en los talleres gráficos de Expresión, después en el «Tol», más tarde en «Semana» y «Cosmos» donde escribiste, luego en la Delegación 17 de Redactores de la Prensa donde conté siempre con tu invaluable apoyo, solidaridad y orientación y al último en La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, periódico de combate y combativo contra las injusticias, que ha sido tu característica ejemplar no sólo como periodista sino como hombre bien nacido y que contra viento y marea llevas adelante ¡no sé cómo! en el asunto financiero, pero, has de ser Mago o concesionario de alguna gracia celestial para convertir la tinta en noticia y el papel en artículos de lectura obligada de la cada día más grande y enjundiosa sociedad guerrerense, sin que nadie sepa cómo lo haces para comprar todo lo que se necesita para hacer un periódico diario y un semanario, porque me consta que ni por asomo eres de aquella clase de «comunicadores» que todo mundo conoce y repudia como parásitos del periodismo. Conozco tu lucha, tu trabajo, tu esfuerzo, tu honestidad y, por si fuera poco, reconozco y aplaudo tu ejemplar vocación.
Leí este 26 de mayo lo que con los compañeros fotógrafos y redactores de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo publicaron acerca de mi persona: 50 años como locutor. Gracias a tu hermano Domingo, inquieto y entrón como tú en el quehacer informativo, mi amigo Paquito Rangel a quien admiro y respeto muchísimo, él lo sabe muy bien, e indudablemente a mi Padrino del Alma, el gran Teodomiro Ortega de la Cruz quien por cierto ayer me acompañó a realizar un trabajo periodístico para mi próximo librito: «Guerrero: Deportistas de Todos los Tiempos» que tal vez esté en circulación el próximo mes de junio. Todo depende de la buena voluntad y disposición del patrocinador, el Honorable Ayuntamiento de Chilpancingo, con mi tocayo Héctor Antonio Astudillo Flores, al frente.
Sí, mi distinguido Javier. Este 26 de mayo de 2011 se cumplieron 50 años de que junto a don Hermilo Castorena Noriega quien fue el primer gerente de la estación de radio XELI, participamos como locutores Sergio Partearroyo Baranda, Miguel Ángel Zapata Vázquez, Fabiola Acevedo Tena, Francisco Meneses Téliz, Antonio Bustos Yoteco, Teodoro Calixto Díaz, Sergio Álvarez Calleja, Bernardo Camarillo Montes y Héctor Contreras Organista. Don Félix López era el velador y don Jesús Romero Salas el técnico de la emisora y después, también locutor. Doce personas.
Algunos de ellos han fallecido, los demás se dedicaron a otras actividades. Tu servidor es el único de esa generación que ha recibido las bendiciones grandes de El Señor de Señores y ¡todavía!, con el apoyo de los buenos amigos de Radio Universidad, los sábados mantenemos la transmisión del programa «Recuerdos y Actualidades» a las 9 y media de la mañana por XEUAG. Mi agradecimiento grande al colectivo de la Radio Universitaria y en especial al famoso «Pollito» quien es el directivo titular de la emisora. Y gracias especiales a Martín Ortiz Valle.
Muchas gracias, Javier Francisco Reyes por recordar nuestra modesta trayectoria en los medios de comunicación. En 50 años de actividad ha habido de todo y sería complicado aquí, ir a detalles.
Es cierto lo que dices: Cero reconocimientos para nadie.
El reconocimiento personal, es lo de menos.
Lo que no sólo causa vergüenza sino hasta asco, es que ni los propios radiodifusores, ni locutores, ni nadie que sea o es usufructuario, y a lo grande, de la radio, se hayan ocupado, y menos preocupado por la celebración de tan feliz acontecimiento, a cincuenta años de distancia de sus inicios y todo lo que ello ha producido y significado para bien social durante medio siglo.
Nadie realizó algún ciclo de conferencias sobre la importancia del radio en Guerrero, que todos lo sabemos, es base fundamental de la comunicación social en la entidad guerrerense.
Tal vez porque las producciones de radio de hace cincuenta años a la fecha, han variado de tramo a tramo. Ahora, todo se hace a base de dinero, de billete, de dádiva, de «publicidad pagada». Por fortuna, y nos sobran ejemplos, nosotros nos sentimos profundamente satisfechos y agradecidos por lo que pudimos hacer en radio, desde los inicios, y modestamente lo seguimos haciendo.
Creo, mi estimado Javier, que no hay nada más satisfactorio para un modesto comunicador que cuando va uno por la calle, alguien, en forma espontánea se acerca y me dice: ¡Oye, Héctor: qué bonito e interesante estuvo tu programa de radio, qué bueno que no te olvides del pueblo!
Y eso es lo que haces tú en La Crónica, Vespertino de Chilpancingo y es lo que hacen otros muy queridos y admirados compañeros tanto de radio como en los periódicos: ¡No olvidarse del pueblo!
Los «periodistas» que se han olvidado del pueblo, de trabajar para él, ve cómo andan, cómo visten, cómo comen y dónde comen, cómo viajan y cómo gastan. Dónde viven y cómo. Al «hacerse famosos», se vuelven «inalcanzables» para el común de los mortales.
Debemos y tenemos que seguir sirviendo a nuestra gente hasta donde el cuerpo aguante. El mío, obviamente que ya está muy traqueteado. Pero por todo lo que la gente me ha dado con sus bendiciones, con sus saludos, con sus buenos deseos, con sus porras, con sus felicitaciones, sé que puedo y debo seguir hasta donde también la voz ante el micrófono lo permita y hasta donde las teclas en las computadoras no se vuelvan pesadas.
Gracias, Amigo y Compañero Javier Francisco Reyes.
De las muy contadas felicitaciones que recibí, todas me dejan profundamente agradecido con ustedes, contigo y el equipo de La Crónica, con Salomón Cruz Gallardo, del SNRP y sobre todo de Teodomiro Ortega de la Cruz que nos llevó a comer pero quien generosa y muy discretamente pagó la cuenta fue mi hermano Fili García quien dijo que no todos los días se cumplen cincuenta años de ser locutor. No tengo a nadie más a quien agradecer. Si así fuera, lo haría con gusto.
Con imperecedera gratitud
Héctor Contreras Organista.
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