CULTURAL/SOCIAL
Apolinar Castrejón Marino
Pues ya estamos por llegar a la mitad del año, y muchas personas aún no saben qué se conmemora este año 2011. Sí sabe usted que cada año está destinado a «recordar» y celebrar un tema, un personaje o un acontecimiento histórico.
Pues para no andar con rodeos le diremos que en este año estaremos celebrando el Año Internacional de los desiertos, El año Internacional de la Mujer, el Año Internacional de los bosques, el Año Internacional de los Desiertos, y el Año Internacional de la Química.
Por falta de espacio, por ahora solo hablaremos de esta última celebración, ya que la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) y la UNESCO, pretenden que la gente recuerde que hace 100 años Marie Curie obtuvo el premio nobel de Química por sus descubrimientos sobre la naturaleza de dos sorprendentes elementos, el Radio y el Polonio.
Los promotores de la celebración buscan revalorar a la Química, y reflexionar sobre cómo ha contribuido en la historia de la humanidad, y como puede influir en nuestro futuro, en la solución de los problemas más críticos: cambio climático, energía sostenible, suministro de alimentos y de agua. Pretenden generar interés hacia su estudio entre la gente joven, entusiasmo y creatividad.
A propósito de este acontecimiento la profesora CARMENZA URIBE del Instituto de Química, facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia escribió un excelente artículo al que tituló La Química: mucho más que transformar la materia y que fue publicado en la edición más reciente del periódico universitario ALMA MATER.
La Química es el estudio de la materia y de los cambios que ocurren en ella. Sin esta ciencia nuestra vida sería más breve, no tendríamos las comodidades de la vida moderna, ni tendríamos la apariencia física que tenemos, ni la ropa que vestimos ni muchos los alimentos que consumimos.
Muchos aspectos de nuestras vidas son determinados por la Química: la electrónica y las computadoras; los alimentos y la nutrición; la disminución de la capa protectora de ozono; la minería y los metales; la medicina y las fármacos; todas las enfermedades incluyendo el SIDA, el cáncer, la esquizofrenia y el síndrome maniacodepresivo; las drogas, legales e ilegales; y mucho de lo que llamamos naturaleza humana.
Gran parte a los átomos y moléculas que nos constituyen y nos dan forma como éstos interactúan.
¿Por qué se enciende un fósforo?, ¿cómo funciona un desinfectante? ¿Por qué se agrega flúor a las cremas dentales? La respuesta a tales preguntas corresponde solo a la Química.
¿Es verdad que el alcohol y las drogas tienen efectos sobre el funcionamiento del cerebro? ¿Cómo disminuye el dolor un analgésico? ¿Por qué agregamos limón al pescado crudo? Tan importantes asuntos, solo pueden ser investigados por la química.
Y también nos ayuda a la comprensión de muchos procesos y cambios que ocurren en la materia: ¿Cómo se fija el color de una pintura? ¿Por qué el ozono es un contaminante si está formado de oxígeno que es lo que respiramos?
Debemos saber que la química está presente en todas las actividades de la vida. Hay Química en toda la biosfera, en los animales, en las plantas, en el aire, en el suelo. Hay Química dentro y fuera de nuestro cuerpo. Ahora mismo, al leer estas líneas, la recepción de las imágenes en los ojos provoca una reacción en el compuesto llamado retinal, que desencadena la transmisión nerviosa y miles de reacciones en el cerebro, gracias a las cuales se reconocen las letras y se les da significado.
Al respirar, moverse, caminar o correr, el cuerpo funciona como una extraordinaria y compleja fábrica química. A partir de oxígeno y alimentos producimos sangre, células y tejidos y almacenamos energía química. Todo lo que identificamos como propio de los humanos está invadido por la Química, desde algo tan simple como leer o tan complejo como enamorarse, todo es una multitud de reacciones químicas.
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