COLUMNAS

Memorándum

Gerardo Ruano Cástulo

RIESGO EN CALLE HIDALGO POR FRITANGUERAS. OJO GOBERNACIÓN.

La semana reciente escuchaba con atención que las vendedoras de fritangas que fueron removidas del zócalo capitalino, se quejaban amargamente porque ahora la gente las crítica porque se encuentran asentadas en las banquetas de la calle Hidalgo, en donde, existen suficientes motivos para que haya molestia en la ciudadanía, toda vez que en ese sitio, que es un paso peatonal muy concurrido, esa clase de negocios constituyen un riesgo latente para la seguridad e integridad de las personas.

Las desalojadas aducen haberse asentado en tal lugar, porque según no existe alguna propuesta del ayuntamiento de Chilpancingo para que sean reubicadas. Y que además, Ellas no causaban ningún problema ni molestia cuando estaban establecidas en el zócalo capitalino.

Por principio, debemos anotar aquí, que el desalojo realizado en el centro histórico capitalino, que hoy luce libre de comerciantes ambulantes, fue una acción que recibió el total apoyo de la ciudadanía. Es catalogado como un acierto del Alcalde Capitalino, Héctor Antonio Astudillo Flores, por medio de la intervención directa de la Dirección de Gobernación, que está a cargo de Jorge Adame Alarcón.

Ahora bien, el manejo de gas es delicado, por los riesgos que conlleva. A eso sumamos que el aceite hirviendo también lo es. Por lo que, ante tal situación, el Ayuntamiento no podía permanecer indiferente y esperar a que sucediera algún hecho lamentable. Lo mismo sucede en la calle Hidalgo, en donde al estar invadidas las banquetas, y ahí cerca los comales y el aceite hirviendo, es totalmente natural que la gente que camina por ahí, que es mucha, se encuentre sumamente molesta, y les diga una que otra verdad a las vendedoras de fritangas.

Ahora bien, hasta donde se tiene conocimiento, el Ayuntamiento no las desalojo sin antes darles una propuesta. Es más, se dice que existen tres propuestas para reubicarlas, pero que han sido éstas, las vendedoras, quienes se han negado a trasladarse a cualquiera de éstos sitios.

Se habla del Mercado Benito Juárez que tiene mucho espacio disponible y que cuenta con una buena cartera de clientes, por su cercanía con la central de autobuses. En segundo lugar, la plaza que se ubica entre las Avenidas, Juárez y Guerrero, en donde estuvo la Estrella de oro, en donde el flujo de personas es abundante y existe espacio suficiente para expender sus productos. Y la tercera opción, es la parte trasera del Edificio Álvarez, ubicado a unos metros del zócalo capitalino, en la calle justo sierra, donde las banquetas son amplias y por la cercanía de las oficinas de gobierno, las ventas las tendrían garantizadas.

Así que opciones hay. Todo está en que las vendedoras de fritangas acepten instalarse en cualquiera de ellas. Porque siendo francos, en la calle Hidalgo, ante el riesgo que constituyen, el Ayuntamiento haría mal en permanecer indiferente. De ese lugar, hay que decirlo, también las tendría que remover. No creo que quieran tapar el hoyo después del niño ahogado. Esa es la cuestión.

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