COLUMNAS
Memorándum
Gerardo Ruano Cástulo
CABADA ARIAS; QUE SE PONGA LAS PILAS AÑORVE.
A las cosas hay que llamarlas por su nombre. En el caso del plantón y huelga de hambre que sostenían trabajadores despedidos del organismo del Agua en Acapulco, denominado CAPAMA, puso al descubierto la falta de sensibilidad de las autoridades municipales del puerto. Y es que, ante tal indiferencia, habría entrado al quite, para dialogar con los inconformes, el mismísimo Secretario General del Gobierno del Estado, Humberto Salgado Gómez, demostrando de esa manera, que el gobierno de El Jefazo Angel Heladio Aguirre Rivero si tiene oídos para escuchar y ojos para ver.
Sin embargo, eso no exime de la responsabilidad que tiene en el problema al Ayuntamiento de Acapulco. Por eso es destacable la participación del diputado local independiente, Marco Antonio Cabada Arias, quien apenas hace unos días, habría subido a la tribuna del Congreso del Estado, para presentar un punto de acuerdo, por medio del cual se exhorta al Ayuntamiento Porteño, para que se ponga en contacto con los empleados despedidos e instale mesas de diálogo con el objetivo de dar solución al problema.
La propuesta hecha por el joven legislador fue aprobada por unanimidad, lo que equivale a decir, que los diputados coinciden en que el alcalde porteño, el ex candidato del PRI a la gubernatura, Manuel Añorve Baños, debe poner cartas en el asunto y sentarse a dialogar con los trabajadores que sostenían una huelga de hambre que pudo tener consecuencias lamentables. Qué bueno que intervino el Secretario de Gobierno y eso no ocurrió.
Sin embargo, el mensaje de los legisladores es sumamente claro. Ya que además de exhortar al alcalde para que atienda el problema, es palpable que con su aprobación están mandando un mensaje de la escasa o nula sensibilidad que ha tenido el gobierno municipal en éste caso, lo cual exhibe las carencias de un político que apenas vendía su imagen como un hombre con mucho temor de Dios. Ya ven que no es lo mismo decir que hacer. Ahora es cuando el Chuky debe predicar con el ejemplo.
Posiblemente, algunos cuestionaran el punto de acuerdo presentado por el diputado Cabada Arias, asumiendo que al ser independiente y aliado del Gobernador del Estado, lo que intenta es precisamente exhibir las carencias del alcalde porteño. Sin embargo, la actitud del legislador no puede considerarse como oportunista, si consideramos de entrada, que el punto de acuerdo fue aprobado y no fue turnado a comisiones.
Es cierto, tal vez el diputado tendría muchas razones para querer cobrar algunas facturas a los priístas, ya que no podemos olvidar, que el principal promotor de Manuel Añorve Baños, el apestado dirigente del PRI estatal, Efrén Nicolás Leyva Acevedo, le dio un trato indigno y de manera prepotente y arbitraria le cerró las puertas del Frente Juvenil Revolucionario, desconociéndole como líder de ese sector, por haber cometido el pecado, según se dijo, de apoyar a su amigo y jefe político, al jefazo Ángel Aguirre Rivero.
Pero nada de eso. No podemos olvidar, que una de las banderas del tricolor, durante la reciente campaña electoral, fue hablar pestes de los gobiernos perredistas, entre ellos el Zeferinato, que se caracterizó por ser indiferente e insensible ante las manifestaciones y plantones. Hoy, el asunto de los trabajadores despedidos de la CAPAMA exhibe que en Acapulco se gobierna con oídos sordos y ojos ciegos. Tal vez esa amistad con Zeferino Torreblanca contagió a Manuel Añorve. Bien dice el adagio: “Dios los hace y el demonio los junta”.
Por eso, por donde se vea, el exhorto aprobado por el Congreso del Estado y presentado por el diputado Cabada Arias, es todo un acierto, porque busca que el problema tenga una solución, comenzado porque las autoridades del puerto se pongan las pilas. Esa es la cuestión.
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