COLUMNA
El Grillito sin censura
Alfonso Cerdenares Domínguez
**Buena música en el centro de Chilpancingo, los domingos, martes y jueves…
**Señores del ayuntamiento: La cultura no muerde…
LOS DOMINGOS, MARTES Y JUEVES, LA CIUDADANÍA CHILPANCINGUEÑA TIENE LA OPORTUNIDAD DE ESCUCHAR LA MÚSICA QUE INTERPRETA LA BANDA DE MÚSICA DEL GOBIERNO DEL ESTADO, en verdad, es un deleite acudir al centro de la ciudad, sentarse en cualquiera de las bancas situadas en los alrededores del kiosco y percibir las notas musicales de tantas canciones tradicionales; los jueves, sin lugar a dudas, hay que estar presentes para ver a la gente –la mayoría ya entrada en años –bailar al ritmo del danzón; sería fabuloso que los jóvenes de hoy en día aprendieran a “mover el bote” con ese tipo de música, no con la que ahora dicen bailar, pues la mayor de las veces, pareciera que les da el “telele” a media pista de baile; se contorsionan –o se distorsionan –a “noséqué” ritmo, pero ellos dan brincos y demás, asegurando que “bailan”; sin embargo, siempre hay un prietito en el arroz –como en los equipos de trabajo de nuestra época de estudiantes: “siempre hay un gordo en el equipo” –y éste, en el caso de los días que toca la Banda de Música Estatal, resultan ser los payasos; sí, estimado lector, esos payasos que, las más de las veces, hacen reír a la gente con sus chistes de doble sentido y que, desafortunadamente –lo que sea de cada quien –tienen una enorme audiencia; sería bueno que la actuación de esos personajes de caricatura fuera reglamentada; es decir, que se les evitara establecerse los domingos, martes y jueves en el centro de la ciudad, ofreciéndoles otro tipo de espacio; es más, consideramos que bien pudieran montar su espectáculo en los jardines de los diferentes barrios, no solamente los sábados y domingos, sino las tardes de días estratégicos –considerando que los jueves son del tradicional pozole –para ver si “pegan” sus chistes en otros escenarios; eso permitiría que la gente que gusta de escuchar música tradicional, música instrumental, tuviera la oportunidad de hacerlo sin las voces tipludas de los payasos; nosotros recordamos a Pablo, un intérprete argentino que hace unos meses anduvo por acá y que, tal vez, debido a la gran inseguridad que se adueñó de nuestras tierras surianas, decidió regresar a su patria; éste señor montaba un espectáculo en cualquier día de la semana, cantando hermosas canciones que nos hacían “berrear” a unos cuantos; entre ellas, recordamos “Laura no está”, “Amor marinero”, “Secreto de Amor” y tantas otras que escapan a nuestra mente; desafortunadamente, el hombre siempre se anduvo cuidando de los agentes de gobernación municipal, los mismos que pretenden correr a los artesanos ubicados en el zócalo; definitivamente, la ignorancia pesa en el ayuntamiento municipal, pero nadie hace nada para remediarlo; nosotros solamente recordamos a los señores del ayuntamiento: “La cultura no muerde” y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com
Alfonso Cerdenares Domínguez
**Buena música en el centro de Chilpancingo, los domingos, martes y jueves…
**Señores del ayuntamiento: La cultura no muerde…
LOS DOMINGOS, MARTES Y JUEVES, LA CIUDADANÍA CHILPANCINGUEÑA TIENE LA OPORTUNIDAD DE ESCUCHAR LA MÚSICA QUE INTERPRETA LA BANDA DE MÚSICA DEL GOBIERNO DEL ESTADO, en verdad, es un deleite acudir al centro de la ciudad, sentarse en cualquiera de las bancas situadas en los alrededores del kiosco y percibir las notas musicales de tantas canciones tradicionales; los jueves, sin lugar a dudas, hay que estar presentes para ver a la gente –la mayoría ya entrada en años –bailar al ritmo del danzón; sería fabuloso que los jóvenes de hoy en día aprendieran a “mover el bote” con ese tipo de música, no con la que ahora dicen bailar, pues la mayor de las veces, pareciera que les da el “telele” a media pista de baile; se contorsionan –o se distorsionan –a “noséqué” ritmo, pero ellos dan brincos y demás, asegurando que “bailan”; sin embargo, siempre hay un prietito en el arroz –como en los equipos de trabajo de nuestra época de estudiantes: “siempre hay un gordo en el equipo” –y éste, en el caso de los días que toca la Banda de Música Estatal, resultan ser los payasos; sí, estimado lector, esos payasos que, las más de las veces, hacen reír a la gente con sus chistes de doble sentido y que, desafortunadamente –lo que sea de cada quien –tienen una enorme audiencia; sería bueno que la actuación de esos personajes de caricatura fuera reglamentada; es decir, que se les evitara establecerse los domingos, martes y jueves en el centro de la ciudad, ofreciéndoles otro tipo de espacio; es más, consideramos que bien pudieran montar su espectáculo en los jardines de los diferentes barrios, no solamente los sábados y domingos, sino las tardes de días estratégicos –considerando que los jueves son del tradicional pozole –para ver si “pegan” sus chistes en otros escenarios; eso permitiría que la gente que gusta de escuchar música tradicional, música instrumental, tuviera la oportunidad de hacerlo sin las voces tipludas de los payasos; nosotros recordamos a Pablo, un intérprete argentino que hace unos meses anduvo por acá y que, tal vez, debido a la gran inseguridad que se adueñó de nuestras tierras surianas, decidió regresar a su patria; éste señor montaba un espectáculo en cualquier día de la semana, cantando hermosas canciones que nos hacían “berrear” a unos cuantos; entre ellas, recordamos “Laura no está”, “Amor marinero”, “Secreto de Amor” y tantas otras que escapan a nuestra mente; desafortunadamente, el hombre siempre se anduvo cuidando de los agentes de gobernación municipal, los mismos que pretenden correr a los artesanos ubicados en el zócalo; definitivamente, la ignorancia pesa en el ayuntamiento municipal, pero nadie hace nada para remediarlo; nosotros solamente recordamos a los señores del ayuntamiento: “La cultura no muerde” y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: alfcerdenaresd@hotmail.com