Rigoberto Acosta González (de izquierda a derecha, y con camisa blanca), presunto dirigente del CRESIG y ahora explotador de la membresía Consejo Nacional del Mezcal, cínicamente llegó el cinco de octubre del 2006 a donde se trabajaba para echar unas paladas de cemento en el arranque de los trabajos de la construcción de lo que ahora son las oficinas del SNRP-Chilpancingo, sin importarle no haber cumplido su palabra empeñada de que él edificaría el local estilo “California”. (Foto: Archivo/Leer Policrónica).

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