Nota roja
Negó el pagó hoy al
trabajador del volante
El ebrio Omar Barragán García de 18 años de edad, con domicilio en la calle «Rubén Mora» número 06 de Lomas de San Antonio, fue detenido a la una de la madrugada de hoy viernes por negarse a pagar el servicio de 300 pesos a un taxista.
El ruletero señaló que ayer eran cerca de las 20 horas, que circulaba a bordo de su vehículo de la marca Nissan tipo Tsuru del servicio público sobre la avenida Insurgentes a la altura del mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla», le solicitó el servicio.
Enseguida el ebrio le solicitó al trabajador del volante que lo llevara a varios antros de la colonia Zapata y del bulevar «Vicente Guerrero» y cuando eran cerca de la una de la madrugada, vio a su pasajero que ya andaba bien alcoholizado, por lo que le pidió que le pagara la cantidad de 300 pesos por el servicio prestado.
El ahora detenido se echó la mano a su bolsillo de su pantalón, y se dio cuenta que no llevaba ni un centavo partido por la mitad, porque se lo había gastado con las bellas de noche.
El trabajador del volante al ver que su cliente no tenía dinero, decidió llevarlo a la barandilla, para que ahí la policía lo obligara a cubrir el costo del servicio de 300 pesos.
trabajador del volante
El ebrio Omar Barragán García de 18 años de edad, con domicilio en la calle «Rubén Mora» número 06 de Lomas de San Antonio, fue detenido a la una de la madrugada de hoy viernes por negarse a pagar el servicio de 300 pesos a un taxista.
El ruletero señaló que ayer eran cerca de las 20 horas, que circulaba a bordo de su vehículo de la marca Nissan tipo Tsuru del servicio público sobre la avenida Insurgentes a la altura del mercado «Baltazar R. Leyva Mancilla», le solicitó el servicio.
Enseguida el ebrio le solicitó al trabajador del volante que lo llevara a varios antros de la colonia Zapata y del bulevar «Vicente Guerrero» y cuando eran cerca de la una de la madrugada, vio a su pasajero que ya andaba bien alcoholizado, por lo que le pidió que le pagara la cantidad de 300 pesos por el servicio prestado.
El ahora detenido se echó la mano a su bolsillo de su pantalón, y se dio cuenta que no llevaba ni un centavo partido por la mitad, porque se lo había gastado con las bellas de noche.
El trabajador del volante al ver que su cliente no tenía dinero, decidió llevarlo a la barandilla, para que ahí la policía lo obligara a cubrir el costo del servicio de 300 pesos.