Columnas
Cosmos
Héctor Contreras
Murió Miriam Anzaldúa Catalán.-Bueno, en este caso tenemos que repetir la letra de la canción con una variante: “Cuando una amiga se va, deja un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otra amiga”… El jueves por la noche muchos, pero de verdad muchos amigos y paisanos se dieron cita en el hogar de la familia Anzaldúa-Catalán, en las calles de Zapata de Chilpancingo… El motivo era el de acompañar en su dolor y su gran pena a los hermanos de Miriam, quien murió en la ciudad de México el miércoles pasado… Ya de por sí, cuando un amigo nos comentó el miércoles que Miriam había sido trasladada a un hospital de la ciudad de México para su atención urgente y que su estado de salud era “muy grave”, lo lamentamos y mucho. Porque ella fue nuestra amiga, la amiga de la muchachada alegre aquella de la época del rock and roll en Chilpancingo y jamás varió su carácter agradable, amable, de mucha educación y sencilla como pocas personas… No lo anotamos de esa manera porque se hable bien –como es costumbre- cuando la gente muere, no. Miriam, y eso les consta a todos sus amigos y vecinos, siempre fue así… Casó con otro gran cuatísimo del alma, José Luis Flores, hijo de los dueños de una tienda que fue muy famosa en la capital del estado: “La tienda de abarrotes 1, 2, 3”, donde ahora se levanta un descomunal edificio que da albergue a dos estaciones de radio –calle Zapata-: Radio Zum, y Radio Capital… Su padre fue don Mario Anzaldúa, empleado de la Secretaría de la Reforma Agraria y recopilador de documentos históricos muy importante sobre la historia del estado de Guerrero. Su mamá una gran mujer, trabajadora como pocas, miembro de la familia Catalán, una de las más numerosas en la capital del estado. Nos veíamos muy de vez en vez con Miriam y con Luis, su esposo, pero la amistad siempre se ha mantenido a flor de piel. Para su esposo y todos los suyos, nuestro más sentido pésame.
Otro criminal fracaso de la SEG en Guerrero.-Escuchamos sin querer una importante conversación que sostenían un grupo de maestros mientras desayunábamos en un restaurante de Chilpancingo. Mostraban su preocupación diciendo que “el proyecto educativo EXTRAEDAD ya fracasó en Guerrero”. Argumentaron que el programa tiene más de veinte años ejerciéndose en la entidad, pero que esta vez, cuando finaliza el periodo del gobierno “del cambio”, los libros que se distribuyen en las escuelas de todas las regiones del estado, “no llegaron, y a estas alturas ya se perdió el programa y de seguro –dijeron- que los funcionarios de la SEG se van a quedar con los más de cinco millones de pesos que se destinan a dicho programa”. Por lo interesante de tema nos acercamos a platicar con los profesores que hacían esos comentarios. Nos informaron que el programa educativo EXTRAEDAD sirve “para regularizar a los niños con el objeto de abatir la deserción escolar, de tal manera de que puedan avanzar dos grados en un mismo ciclo escolar”. Se les entrega un cuaderno como material complementario que les permite conocer dos grados (pusieron como ejemplo que un niño puede cursar segundo y tercer año escolar en un mismo ciclo, y así los demás) y de esa manera, si un niño ya tiene una edad más avanzada de lo normal para cursar equis grado, logra cumplir su Primaria a los doce años de edad y no a los catorce o quince como sucedía antes de crearse este programa. Dijeron que los libros debieron haber llegado a las escuelas en la última semana de enero, pero ya está finalizando febrero y ese programa no se echó a andar, por lo que es difícil que a estas alturas pudiera regularizarse el programa EXTRAEDAD. Ellos suponen que la inactividad oficial sobre este punto no es negligencia, sino un pretexto “para quedarse con los fondos económicos que corresponden al programa EXTRAEDAD, que –también suponen- alcanza un poco más de cinco millones de pesos”. Finalmente dijeron que alrededor de 2 mil 500 niños guerrerenses son los que se verán afectados por el estancamiento del programa. Toca investigar a fondo el asunto a las autoridades correspondientes, pero todo quedará en la nada, puesto que ¿quién se atreve a cuestionar a José Luis González de la Vega Otero, hijo putativo de Elba Esther?
Héctor Astudillo tiene que ponerle el cascabel al gato.-La idea del entonces gobernador Alejandro Cervantes Delgado fue que, al remodelar la Plaza Primer Congreso de Anáhuac de Chilpancingo, las familias pudieran pasear por ella tranquilamente, sin riesgos de que pudiera atropellarlos un vehículo. Por eso canceló la circulación de carros y unió los jardines centrales, el Bravo y el Cuéllar, para que los chilpancingueños disfrutaran de solaz y esparcimiento a sus anchas. Pero, al paso del tiempo el gozo se vino al pozo, porque las presiones de partidos políticos obligó a algunas administraciones municipales a que cedieran espacios a algunos comerciantes en plena plaza central. De ahí que desde hace años se establecieran “manteados” en plena plaza pública donde inicialmente se vendía artesanía y otras chucherías. Al paso de los años esos “manteados” de transformaron en carpas malolientes y comenzaron a conformarse en graves obstáculos para el viandante. Cuando una nueva administración municipal los quiso retirar del lugar, los comerciante se ampararon, otros dijeron que “sólo muertos” serían sacados de ahí y lo que fue algo que se cedió de, digamos, buena voluntad, se ha convertido en un muy grave conflicto para el ayuntamiento. Hace unos días el alcalde Héctor Astudillo Flores logró retirar a un grupo de respetables damas que vendían fritangas en el jardín, casi al pie de la catedral. Pero donde el ayuntamiento no puede hincar el diente es entre los dueños de esas carpas ni entre los propietarios de los stands donde se expenden periódicos y revistas que Cervantes Delgado les donó para comodidad de los voceadores y de los clientes. Es más, “el mercadito” ha ido como la humedad en las paredes, se va ampliando a grandes rasgos. La ciudadanía por diferentes medios ha expresado su rechazo a que la plaza central de asueto se convierta en mercado. La lucha está en pie, y a Héctor Astudillo Flores le corresponde ponerle el cascabel al gato. Urge que esos comerciantes se retiren del centro de la ciudad y permitan que las familias disfruten de lo que disfrutan los habitantes de cualquier otra ciudad.
Murió Salvador Abarca Pesquera .-El odontólogo Salvador Abarca Pesquera, sobrino del doctor Raymundo Abarca Alarcón falleció el domingo pasado en la ciudad de México. “Chava”, como con afecto le decían sus amigos, fue muy estimado en Chilpancingo, al igual que toda la familia. Falleció, según nos informó Enrique, su hermano, de un paro cardiaco. Contaba con 57 años de vida. En la capital del país su cuerpo fue cremado y sus cenizas entregadas a la familia del DF donde permanecerán. De Chilpancingo, al enterarse la fatal noticia, se trasladó buena cantidad de amigos y familiares. Hacemos presente nuestro más sentido pésame a la familia, particularmente a Lupita, Lourdes y Enrique. Un abrazo.
Para reflexionar: “Ya ves que la vida es tan frágil, tan frágil como es el cristal y que en un instante este mundo se puede acabar…” (Pancho Padilla, en su canción “Por tu desdén”).