Opinión
Apatía y confusión vulneran
al periodismo guerrerense
Tino Gatica
El Premio a la Trayectoria Periodística «Juan Ranulfo Escudero», desde sus creación, tuvo la idea de enaltecer, respaldar, fortalecer y estimular el ejercicio profesional de quien ha abrazo esta carrera o profesión, que en la actualidad está considerada de altísimo riesgo. Tan es así que las compañías aseguradoras tienen como oficios que entrañan riesgos mortales a las policías y a quienes ejercen el periodismo. La situación de riesgo de quienes forman parte de las fuerzas castrenses, hombres y mujeres se cuecen aparte.
En ese sentido, la convocatoria a esa presea, a la que en lo personal me animo a participar desde hace tres años, creo, me parece una apuesta inteligente de parte de las administraciones rectoras de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Aclaro que tengo aproximadamente 25 años de servicio profesional de carrera, como dirían quienes miden su esfuerzo y aportación por medio de los escalafones.
Quizá el lector o la lectora no me identifique, pues en lo personal detesto el protagonismo de algunos y algunas compañeras periodistas. Aunque sé que lo hacían para sus intereses económicos. Aunque en mi opinión, esa actitud de las y los periodistas de antaño fue cuestionable pues solamente querían estar bien con la o el funcionario o político en turno.
Pero ahora el protagonismo es por asumir los roles que se perdieron con ex abanderados líderes y lideresas a favor de los derechos humanos, del respeto a las garantías individuales y colectivas y en definitiva los que están en contra de los abusos de poder.
Por eso es que ahora, las y los periodistas que llevan esas letras grabadas con fuego en la piel, en el alma, mente y corazón, deben asumir esos roles, en ese protagonismo conciliador, animoso, positivista y que aporte a la armonía y la convivencia social. Ese sería uno de los postulados.
En ese contexto, es que respondí a la convocatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) que encabeza el rector Ascensio Villegas Arrizón así como integrantes del Consejo Universitario. Considero que esos y otros postulados los he llevado no solamente en la teoría sino propiamente en la práctica.
Insisto en que esa convocatoria es una (de dos) instituciones a las que en su momento les costó muchísimo a las y los periodistas comprometidos con el ejercicio de esta profesión, de que sus pares recibieran un reconocimiento por esa labor. Si mucho nos quejamos, en corto y en ocasiones en forma estridente, de que no se nos reconoce, ésta debiera ser la oportunidad de las y los periodistas en activo a participar. La otra institución que fomenta la superación, el conocimiento y la calidad del esfuerzo de las y los periodistas es el Honorable Congreso local, aunque las modalidades de participación son de más opciones y con más posibilidades de participar.
Es de esta forma en que como persona y profesionista del periodismo cubrí los requisitos de esa convocatoria universitaria y resulta que se declaró desierta (¿?).
El Honorable Jurado Calificador consensó, no por unanimidad, que al ser pocos los registros a esa convocatoria, y que éstos no valían la pena, que mejor se calificara como desierta. A lo anterior, no hubo más argumentación de por medio. Así como se publicó esa convocatoria, así se cerró, sin más ni más.
Y esta situación, a mí me parece preocupante, pues según me entero, no hubo muchas propuestas a título personal o por agrupaciones o asociaciones colectivas de periodistas.
Esa escasa respuesta a una convocatoria digna, respetable y singular, no se aprovechó por parte de las y los periodistas que cansinamente se quejan de que no se les reconoce su labor. Ese terrible desinterés y apatía es un breve registro de cómo piensa la sociedad en estos días. Y en lo personal, a mí eso me preocupa y espero me ocupe para hacer algo positivo en los próximos días.
Y es que las y los periodistas que desarrollan sus ejercicios periodísticos en sus tres modalidades (prensa escrita, radio y/o televisión) debieran ser más audaces y participar. Aquí faltaría mencionar que esa convocatoria no concibe al «periodismo» que se elabora y difunde en la Internet porque es subjetivísimo y esta aseveración la comprueba la o el «cibernauta» que en ese navegar se puede encontrar con garbanzos de a libra en el terreno de lo escrito, así como cualquier libelo o escritos «hechizos» o «piratas».
Entonces, en esa convocatoria Premio a la Trayectoria Periodística «Juan Ranulfo Escudero» 2010, reitero que esa decisión se respeta, pero en lo personal no la comparto. Y también hago la invitación para que las y los compañeros periodistas se inscriban a esta clase de invitaciones, para que en base a esas acciones, el periodismo y quienes abrazan esta carrera o profesión impidan que se declaren «desiertas» debido a la escasa participación. Aunque para mí, hay gato encerrado en esa sentencia.
Lo que sí reconozco, es el interés del rector Ascensio Villegas Arrizón, a las y los integrantes de la Comisión de Grados y Revalidación de Estudios del Honorable Consejo Universitario de la UAG, siento que por esa responsabilidad como periodista de campo; empatía y afecto por ser obra y razón de las aulas universitarias seguiré acudiendo a todas sus invitaciones.
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