Principal de Nota Roja

Descuartizan a dos

frente a La Avispa

Antonio Cantú Rendón.—Los presuntos asesinos a sueldo que operan en esta capital, descuartizaron a dos personas del sexo masculino y posteriormente fueron tirados frente a los dinosaurios que se encuentran en la entrada del museo interactivo «La Avispa».

Eran cerca de las 4:30 de la madrugada de hoy martes, en que las diferentes corporaciones policiacas recibieron un reporte por parte del número de emergencias informándoles que sobre el bulevar «Vicente Guerrero» a la altura del museo interactivo «La avispa» había restos humanos en la banqueta.

La policía del estado y la preventiva local, se presentaron hasta ese lugar, en donde constataron de que efectivamente sobre la banqueta, frente a los «dinosaurios» estaban descuartizadas dos personas y los pedazos de esos humanos se encontraban esparcidos, las cabezas de los ahora occiso estaban colocadas en la malla del cerco perimetral de ese centro recreativo.

A la vez se localizó un narcomensaje en el piso, sostenido con pedazos de carne humana, en la que escribieron en una cartulina color naranja que decía «Esto les va pasar por andar de ratas y el otro por asalta taxi». «Esto les pasará a todos los que quieran seguir su camino, Atte. El Nuevo cartel de la Sierra».

Ambos cuerpos se encontraban totalmente descuartizados, una de las cabezas tenía en su frente la leyenda «Por ratero», otro cráneo amordazado con cinta canela, y decía también «por asaltataxistas».

El primero de los mencionados a las 10 de la mañana fue identificado y se conoció que se desempeñaba como chofer de urban del servicio público y respondía al nombre de Jorge Rendón Avilés de 24 años de edad y tenía su domicilio en la entrada de la colonia Plan de Ayala de Chilpancingo, sus carateristicas de bigote escaso y barba, tez blanca, complexión normal y en su brazo tenía un tatuaje con el nombre de «Claudia», otro más en su pecho en la leyenda de «Nancy».

Mientras que el segundo, no se le aprecia ningún tatuaje, contaba con una edad aproximada de 38 años de edad y hasta el cierre de esta edición no estaba identificado y tiene bigote escaso, tez blanca, presuntamente en los momentos en que fue levantado por hombres armados llevaba un pantalón de mezclilla color azul.

Los dos cuerpos que fueron descuartizados se presume que son de familias humildes, por su vestimenta y su físico, más tarde militares de la 35 zona militar arribaron al lugar en donde se encontraban los restos humanos para verificar los decesos.

Hasta ese lugar un auxiliar de la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común apoyados por peritos de la Procuraduría General de Justicia iniciaron las primeras diligencias de ley, en donde descubrieron que los cuerpos fueron bajados a unos cinco metros en donde se encontraron y posteriormente fueron acomodados en donde seguramente los presuntos delincuentes se tardaron por lo menos unos dos minutos.

Los pedazos de cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense, en donde los prosectores tendrán que luchar para armar el rompecabezas y practicarles la necropsia de ley, por lo que se espera que en las próximas horas el segundo sea legalmente identificado por sus familiares, para que le den cristiana sepultura en su lugar de origen.

Se presumen que estas dos personas fueron interceptadas en dos puntos diversos de esta capital, por supuestos asesinos a sueldo y enseguida fueron llevados a su casa de seguridad en donde los ataron con agujetas en sus manos y pies, enseguida fueron torturados para luego descuartizarlos hasta quedar en pedazos.

Cuando eran cerca de las diez de la mañana de hoy martes, se presentó a la representación social, Agapita Avilés López de 48 años de edad, quien reclamó el cuerpo de su hijo, quien en vida respondía al nombre de Jorge Rendón Avilés y dijo inconsoladamente ante las autoridades que era injustamente y cobardemente en forma de cómo lo privaron de la vida a su primogenito.

La madre desconsoladamente señaló que su hijo desapareció desde hace diez días, pese a que no le hacía mal a nadie, que únicamente se ganaba el pan de cada día trabajando como urbanero para mantener a sus tres pequeños vástagos quienes ahora se quedan desamparados por su padre.