Opinión

Guerrero:Designación cupular

Edilberto Nava García

Gajes de la política, expresará la inconsciencia o ausencia encefálica al referirse a Manuel Añorve Baños, casi candidato a gobernador por el PRI, donde – de ser verdad- lo que viene para la oficialización es mero trámite. Quizá. . . Tal vez.

Empero, de verdad a ese grado de retroceso vuelve el priismo sólo por la forma en que ha gobernado Carlos Zeferino Torreblanca Galindo? De veras creen los jerarcas priistas que pueden manipular sus bases? Al viejo estilo, es posible, porque quienes se consideraban en la antesala, ante las evidencias y los hechos no les queda otra que agacharse silenciosos, aceptando con tal actitud su artificiosa derrota.

 ¡Háganme el favor! Los jerarcas no siempre son fieles intérpretes del sentir de las masas. Aquí mismo, hace seis años, Beatriz Paredes Rangel en tono triunfador afirmó que «caballo que alcanza, gana», pero se equivocó horrible, fue horrible, pero más horrible para el perdedor.

Así que ni Beatriz Parades Rangel, ni Rubén Figueroa Alcocer ni otros meñiques son profetas ni dadores de la vida. Que alguien ponga en boca de Angel Heladio Aguirre Rivero una supuesta adhesión hacia el maquiavélico o diabólico El Choky, no es ético sino suplantación. Pos’ dónde dejó su boca el senador? Que yo sepa, Angel Heladio Aguirre Rivero no ha comunicado nada a sus simpatizantes, quienes coinciden, en el sentido de que las decisiones cupulares no son la palabra de dios ni nada que se le parezca.

Empero ya entrando en materia, cierto es que vivimos otros tiempos, en que lo menos que deben hacer los dirigentes, es respetar a la militancia, a la que debiera dársele el lugar que le corresponde, mas como se observa, es evidente que se echará mano de la manipulación de la militancia para inducirla a votar por quien esa dirigencia señale. Tal es ya inadmisible. La gente que simpatiza de alguna manera con el priismo merece respeto y bien pudo consultársele mediante foros regionales, asambleas distritales, encuentros políticos y «diálogos de abajo» para que de alguna forma palpar de casaca el sentir del electorado y los aires de renovación institucional.

Practicar hoy un centralismo dañino es contradictorio. El priismo guerrerense no debe decir que lucha por el fortalecimiento de los municipios si en la práctica es agachón y sumiso a las decisiones de gente ajena a la entidad y que si algo conoce de ella, es sólo por las esporádicas visitas que como turistas hacen y cuando se dan los llamados «baños de pueblo», son bloqueados por faramallas humanas, porque así sea de noche, no sólo se barre, sino incluso se asfalta por donde se encaminarán, pues deben notar que se avanza, se progresa sin empleo, con hambre, descalzos.

Con crisis económica y crisis de valores galopantes pareciera que no hay salida. Luego entonces, en lo político, lo que venga, porque lo peor sería que ni se asome. Sin valores, los guerrerenses seríamos ilusos si nos sentamos a la espera de un candidato sencillo, humilde y carismático. No. Ya se sabe que ahora se llama audaces a los sin valores, prepotentes, creídos e importamadristas, malos pues. Y también es cierto, que hay que aprender a convivir entre el bien y el mal, porque como reza otro principio: «no odiar a nadie».

También es cierto que procedimientos como el que vive el priismo guerrerense encarece las campañas, porque el electorado, a sabiendas que el «bueno» va a ganar, no tiene ánimos para acudir a las urnas y, para reducir ese desánimo ciudadano, los partidos se obligan a invertir más de la cuenta, no sólo para vencer al adversario, sino al menos para lograr que el cincuenta por ciento de electorado sufrague porque de lo contrario se cae en la ilegitimidad, por más que se gane con cuatro o cinco puntos, si esa expresión arroja un alto abstencionismo, pues además, es tiempo ya de legislar respecto de la legitimidad, la que puede darse en asuntos electorales asentando que una elección es nula o ilegítima cuando el número de sufragios emitidos en una elección no represente el cincuenta y uno por ciento del padrón actualizado.