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La Capital

DUDOSO FINANCIAMIENTO A ONG,S

Tras la llegada de los Organismos de Derechos Humanos a México y al estado de Guerrero, mismos que se hacen llamar Organismos no Gubernamentales, han sido un contrapeso a los tres niveles de gobierno en todos sus niveles, aunque no se sabe a fondo la misión y propósito de dichas agrupaciones, ya que eso de la defensa de los derechos humanos y las garantías individuales, pudieran ser solo un señuelo.

A parte de la misión que tienen estos organismos, están surgiendo serios cuestionamientos y dudas por parte de la ciudadanía y de las mismas instancias gubernamentales en torno al origen del financiamiento que tiene estos organismos y poder subsistir en el estado de Guerrero, es lo que no hay precisión y sí hay dudas y hasta sospechas preguntándose ¿De donde viene el dinero para el financiamiento de los ONG,s?

En Guerrero los grupos más palpables son por un lado Tlachinollan, Centro de Atención de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, la Red Guerrerense de Derechos Humanos, TADECO y hasta la CODEHUM. Son agrupaciones que pudieran generar un gasto de recursos hasta por 50 mil pesos al mes en cuanto al pago de personal, pago de rentas, viáticos, mobiliarios, asesorías, servicios de luz, agua, teléfono entre otros de los gastos que pudieran tener y es el momento en que no han transparentado ante la sociedad el manejo de recursos y sobre todo el origen de ello.

Más sin embargo como no hay precisión en torno al origen de los recursos económicos que manejan estos organismos, las instituciones gubernamentales y la misma sociedad consideran que son países extranjeros como Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Cuba, Colombia, Venezuela y Bolivia, pudieran estar financiando estos órganos que se amparan como no gubernamentales cuyo objetivo se desconoce a profundidad.

Hay otros que consideran en torno a los recursos económicos que utilizan que bien pudieran estar siendo financiados por grupos subversivos, de la delincuencia organizada o Guerrilleros de países extranjeros, es por es que no se sabe con precisión el origen del financiamiento a favor de las agrupaciones que se dicen defender los derechos humanos. Por lo que siendo congruentes con sus ideales y promotores de la transparencia y legalidad, estas organizaciones también deberían de transparentar el manejo de sus recursos económicos y el origen de ello ante la sociedad.